sábado, 3 de febrero de 2018

Tarta Guinness (Con y sin thermomix)

Llevaba ya tiempo queriendo probar esta tarta, me han hablado muchas veces de ella. No me podía creer que una tarta de cerveza negra pudiese estar buena, al final me animé a hacerla y no es que esté buena, está buenísima. Hacemos la tarta en dos partes, por una parte el bizcocho y por otra el frosting. Yo la llevé a casa de unos amigos y todos repetimos, aunque tengo que decir que no es apta para dietas ya que tiene unas cuantas calorías, pero de vez en cuando también hay que saltarse las dietas.  Os va a encantar.






Ingredientes para el bizcocho:
  • 250 g. de harina de repostería o de trigo normal
  • 75 g. de cacao en polvo Valor
  • 400 g. de azúcar
  • 2 cucharaditas y media de bicarbonato
  • 250 g. de cerveza negra Guinness
  • 250 g. de mantequilla a temperatura ambiente
  • 140 g. de nata liquida para montar
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita de vainilla líquida


Ingredientes para el frosting:
  • 300 g. de queso mascarpone, o Philadelfia. Yo prefiero mascarpone.
  • 150 g. de azúcar glass
  • 350 g. de nata líquida para montar muy muy fría

Preparación con thermomix

Vamos a preparar primero los elementos secos del bizcocho y después los húmedos , luego lo mezclaremos todo.

Ponemos en el vaso la harina, el azúcar, el cacao y las dos cucharaditas de bicarbonato, mezclamos todo 15 segundos a velocidad 5 y reservamos esta mezcla.

A continuación ponemos el en el vamos la cerveza y la mantequilla a temperatura ambiente, programamos 3 minutos, a 50º velocidad 2 y medio, no debemos preocuparnos si no alcanza la temperatura.

Ahora añadimos a esta mezcla, la nata, la vainilla y los 2 huevos, batimos durante 20/30 segundos a velocidad 2 y medio. 

En velocidad 3 sin tiempo, vamos incorporando por bocal la mezcla de harina, azúcar, cacao y bicarbonato que habíamos reservado, hasta que veamos que está bien mezclada.

Vertemos la mezcla en un molde previamente engrasado, podemos forrarlo de papel para desmoldarlo mejor. El molde tiene que ajustar bien, porque es una mezcla bastante líquida y así evitamos que se salga. Tiene que ser un molde alto porque esta tarta sube bastante. 

Introducimos el molde en el horno, previamente calentado a 180º, y lo dejamos durante 50 minutos, aunque depende del horno, en el mío fue una hora, cada horno es un mundo.

Sacamos, desmoldamos pasado un tiempo, y dejamos enfriar antes de añadir el frosting. Tapamos el bizcocho, una vez frío, si vamos a tardar en servir, para que no endurezca.

Para preparar el frosting

Echamos el azúcar en el vaso y programamos 30 segundos en velocidad progresiva 5-9. Programamos velocidad 3, sin tiempo y vamos añadiendo el queso por el bocal. 

Lavamos y secamos bien el vaso, ponemos la mariposas en las cuchillas y echamos la nata muy fría, (yo meto el vaso en el frigorífico para que este más frío y monte bien) programamos velocidad 3 y medio sin programar tiempo, hasta que monte, debemos estar muy atentos, si nos pasamos se hace mantequilla. 

Unimos la nata montada y la mezcla del queso con movimientos envolvente, para que no baje la nata, hasta que esté unificada. 

Por último, en el momento de servir, untamos el frosting sobre el bizcocho con una espátula, imitando la espuma de la cerveza, para que quede más original.

El resultado es una tarta espectacular y deliciosa. Espero que os guste, ya me contaréis.

Preparación sin thermomix

Vamos a preparar primero los elementos secos del bizcocho y después los húmedos , luego lo mezclaremos todo.

Ponemos en el recipiente la harina, el azúcar, el cacao y las dos cucharaditas de bicarbonato, mezclamos todo.

A continuación ponemos en un cazo la cerveza y la mantequilla a temperatura ambiente y calentamos hasta que se derrita la mantequilla, mezclándolo, dejamos enfriar un poco.

Fuera del fuego añadimos a esta mezcla la nata, la vainilla y los huevos, batimos todo hasta que este integrado.

Ahora vamos incorporando poco a poco la mezcla de harina, azúcar, cacao y bicarbonato que habíamos reservado, hasta que este todo bien incorporado.

Vertemos la mezcla en un molde previamente engrasado, podemos forrarlo de papel para desmoldarlo mejor. El molde tiene que ajustar bien, porque es una mezcla bastante líquida y así evitamos que se salga. Tiene que ser un molde alto porque esta tarta sube bastante. 

Introducimos el molde en el horno, previamente calentado a 180º, y lo dejamos durante 50 minutos, aunque depende del horno, en el mío fue una hora, cada horno es un mundo.

Sacamos, desmoldamos pasado un tiempo, y dejamos enfriar antes de añadir el frosting. Una vez frío tapamos el bizcocho si vamos a tardar en servir, para que no endurezca.

Para preparar el frosting

Mezclamos bien el azúcar glas con el queso. Montamos la nata, que debe estar muy fría para que monte bien. 


Unimos la nata montada y la mezcla de queso con movimientos envolvente, para que no baje la nata, hasta que esté unificada. 

Por último, en el momento de servir, untamos el frosting sobre el bizcocho con una espátula, podemos imitar la espuma de la cerveza para que quedé más original. 

El resultado es una tarta espectacular y deliciosa. Espero que os guste, ya me contaréis.

Fuente: Velocidad Cuchara. 

2 comentarios:

  1. Buenísima!! No me imaginaba que no fuera nada empachosa,repetimos todos varias veces. Begoña, sin duda triunfaste. Eres una artista

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  2. Muchas gracias M. Ángeles. Me alegro de que os gustase. Ahora a hacerla tú.
    Un beso.

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